Negocios y economía

16/01/2020

El pochoclero de Playa Varese que invierte en la Bolsa y hace cruceros

Un histórico de La Feliz. Marcelo Diez empezó a vender "palomitas" hace 30 años, y le fue bien. Hoy tiene 4 carros y 8 empleados. "El secreto es perseverar", asegura.

Dos propiedades, dos autos, diez cocheras. Viajes por el mundo, cruceros e inversión en la bolsa. Conocido del intendente, amigote de los actores, personalidad carismática. ¿Empresario? ¿Economista? ¿Político? No, pochoclero desde hace 30 años.

El 25 de enero, el marplatense Marcelo Diez cumplirá 30 años haciendo palomitas en Playa Varese. Empezó con una mano atrás y otra adelante, y hoy tiene 4 carros y 8 empleados.

¿Su secreto? "Laburar y perseverar, hacer lo que te tocó con amor y poner el cuerpo. Yo todo lo que tengo lo hice gracias a los pochoclos", revela. "Aunque me cueste decirlo, tengo que reconocer que me fue bien con mi laburo, hice guita", cuenta.

Diez y su carrito ya son un clásico de Mar del Plata, donde su pochoclo se vende como oro en polvo. En la playa, en la calle Güemes, en Alem o Constitución, por algún lado siempre aparece. "Probalo, no vas a poder parar, este es de miel con coco, y este otro de frutilla". Tiene razón, es para chuparse los dedos. Canchero, él señala el cartel que está colocado arriba de su carro: "Diez y punto".

Este marplatense vive de las palomitas, pero con ellas edificó una vida paralela que incluye la actuación y una relación la farándula, la política y el turismo. A los 22, consiguió un carro medio desvencijado que arregló y puso coqueto, aprendió cómo preparar pochoclos y no paró. "Me costó al principio hacerlos, se me quemaban, salían negros. No fue fácil el comienzo. Tampoco lo es cocinarlos.
Tiene su secreto: la cantidad de aceite, la temperatura de la olla para que el maíz reviente en el momento exacto... y, por supuesto, usar el maíz que tenga la proporción ideal de proteína y algodón", describe.

Diez trabaja todo el año y siempre a buen ritmo, no sólo en verano. Tiene clientela en escuelas, comercios y boliches.

Armó una pyme con sus cuatro carritos y ocho empleados. "Me gusta mucho la guita, por eso la cuido, la invierto en activos, en cosas que me van dar más plata. Arriesgo, no me quedo con lo que tengo y lo guardo bajo el colchón. Si quiero ganar la lotería, tengo que apostar. La suerte no viene sola, a la suerte la voy a buscar", alecciona sin titubear.

Cuenta que, hace mucho tiempo, un cliente le empezó a llenar la cabeza sobre la chance de invertir en la Bolsa, y él empezó a estudiar y leer sobre el tema. "De a poquito me fui animando. Invertía el equivalente a paquetitos de pochoclos, calcular así me tranquilizaba. Empecé a leer sobre empresas que cotizaban y me la jugué por marcas como Supervielle, Agrometal, Capex y Morix, entre otras. En los '90, lo que yo invertía multiplicaba por 20 o 30 lo que ganaba en un día vendiendo pochoclo. ¿Sorprende, no?". Así fue construyendo su pequeño emporio

"Es mi único trabajo. Me he esforzado mucho, algo que a los jóvenes de hoy no les gusta. Yo este verano tengo dos carros de pochoclos parados porque ofrezco laburo y nadie quiere trabajar. Y eso que yo pago bien: el 30 % de las ganancias", detalla.

"Yo no terminé el secundario porque a los 17 ya estaba trabajando. Quería tener mis propios ingresos y me convertí en un Sarmiento, pero del laburo, no de la escuela, donde era un haragán", recuerda Diez, quien ya se inscribió en la Escuela N°4 para terminar el colegio, en el turno noche.

Este emprendedor -que también tiene proyectos como actor y se codea con figuras de la farándula- parece tener respuestas y soluciones para todo y todos. "¿Yo? Bueno, ahí tengo algunos problemitas -ríe-. No pude armar una relación sólida, muero por tener un hijo... Ahora estoy con alguien, una maestra, que es quien me persuadió para que termine el secundario y la que me hizo conocer el maravilloso mundo de los cruceros". El 25 de enero cumplirá 30 años como pochoclero y dice que "por supuesto lo va a festejar". Se irá de viaje con su novia y lanzará una promoción: "A quienes vengan a darme un abrazo, les daré 2x1 en pochoclos, manzanitas, copos y almendras".

Fuente: Clarín

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