Empresas advierten que el ausentismo por la tercera ola ya oscila entre el 20% y el 50%
La UIA, la Cgera y otras cámaras y sectores productivos están preocupadas porque cae la actividad ante los contagios y contactos
Esta vez, el parate económico podría imponerse por los hechos y no por decisiones del Gobierno. La presencia de Carla Vizzotti, la ministra de Salud, en el encuentro que mantuvo el ministro Martín Guzmán con empresarios y sindicalistas, la semana pasada, buscó llevar calma al sector productivo ante el avance de la tercera ola: Guzmán quiso garantizarles a los representantes industriales que la estrategia de salud y la actividad están yendo de la mano y no se están evaluando cierres que vuelvan a paralizar la economía.
Sin embargo, el freno se está convirtiendo en una amenaza concreta para las fábricas, comercios, empresas grandes y chicas, sin importar la toma de decisiones de las autoridades sanitarias. La variante ómicron está comenzando a poner en jaque las líneas de producción y la atención a los clientes por el ausentismo del personal.
Las peluquerías llaman para cancelar turnos, los médicos suspenden consultas, los negocios a la calle cierran las persianas porque no tienen quién los atienda y los jefes buscan la manera de generar cronogramas entre sus subordinados para mantener a flote la productividad.
la nacion consultó a cámaras industriales, de servicios y entidades para determinar el impacto y las consecuencias del nuevo aumento de casos en la economía real.
Según la Unión Industrial Argentina (UIA), el ausentismo está rondando el 20%. No solo se debe a los contagios, sino también a las pautas de aislamiento para los casos de contactos estrechos. "Hoy hay mucho presunto sospechoso. Hay que acortar el período, no son suficientes cinco días de aislamiento porque es una semana entera de trabajo. Tras la autorización de los autotests, estamos pidiendo que se nos faculte a realizarlos en los ámbitos de trabajo", comentó Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA.
Para algunos sectores, la situación no es grave aún debido a que tenían contemplado el período de vacaciones. En ciertos casos, se conjuga favorablemente con frenos en la producción para el mantenimiento de las plantas.
Las alertas se agravarían en las próximas semanas con la vuelta a la normalidad laboral, cuando los stocks destinados a enero estén en puntos críticos. "Si se mantiene el nivel de los últimos días, en las próximas semanas vamos a tener problemas. Estaremos en riesgo de interrupciones de líneas de producción o demoras, que ya están ocurriendo, pero todavía no impactarán en el consumo", agregó Funes de Rioja.
De acuerdo con el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, hay empresas que están registrando ausentismos de hasta 50%. Por ejemplo, cuatro de cada 10 empleados de Acerías Berisso, una fundición de metales de la provincia de Buenos Aires, no están yendo a la planta. El grupo NH, instalado en el conurbano, cerró oficialmente sus puertas por la cantidad de faltas.
La situación más crítica se da en las empresas de consumo masivo, las que llenan las góndolas.
Las plantas trabajan 24 horas y las máquinas no pueden detenerse. "Si continúa como viene creciendo, en los próximos 15 a 20 días va a faltar mercadería porque las fábricas tienen que cerrar. Nos quedamos sin gente porque los contactos estrechos se dan permanentemente. Vamos a pasar a un período de incertidumbre porque van a estar todos contagiados", alertó Rosato, quien pidió la semana pasada generar un comité de crisis junto con el Gobierno, empresarios y sindicatos para evaluar y tomar acciones.
"Los costos se incrementarán y traerá problemas en la producción, si es que generamos una acción preventiva que acompañe los protocolos implementados", afirmó. Además, señaló que "la ausencia laboral por presuntos contagios es multiplicador y las ART no lo consideran dentro de la cobertura de salud".
En el transporte, por un lado, las empresas de logística están buscando evitar focos internos de contagio en los galpones y para ello deben reorganizar situaciones de riesgo de contagio, como almuerzos y descansos.
Según Roberto Rivera, director ejecutivo de Fadeeac, se considera volver a un esquema de "clusters" en el que hay rotación completa de personal cada cinco días.
Por otro lado, el problema más crítico ocurre en el transporte de cargas.
"La merma en la capacidad laboral existe. No llegamos al promedio de 20% de ausentismo porque los choferes se cuidan mucho, particularmente los que no están en relación de dependencia, porque el que se queda en la casa aislado no cobra. Hay preocupación, tenemos que estar alertas. Vamos a tener que restringir transportes", explicó a la nacion.
Fuente: La Nación