La falta de envases, el cuello de botella que padecen las bodegas
El consumo local de vino creció 37% en 2020. A dos meses de la vendimia, los productores empiezan a preocuparse. La principal causa es la alta demanda global que existe por efecto de la pandemia
La industria vitivinícola lejos de verse afectada por la pandemia inca-mentó sus ventas. Durante los primeros meses de cuarentena estricta, el consumo de vino creció considerablemente, generando un alza durante todo 2020 del 37%. Pero hay una imprevista dificultad que limita ese incremento: el fallante de botellas.
"A poco de empezar la temporada alta de cosecha, las bodegas tienen sus tanques llenos de vino pero no hay suficiente botellas para envasarlo", explican en el sector.
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en 2020, se consumieron cerca de 940 millones de litros, un número que no se obtenía desde 2016. El vino en botellón, de 1 a 1,5 litro, tuvo un alza interanual del 37%, mientras que la damajuana incrementó su venta en un 15 por ciento.
Respecto al mercado externo, el INV resaltó que la Argentina tuvo un crecimiento en sus exportaciones de 400 millones de litros de vinos, es decir, un alza del 35% en volumen, lo que le permitió subir del puesto 11 al 8 en el ránking de exportadores mundiales devino.
Pero las cristalerías parecen no dar abasto para seguir el ritmo. "El problema principal es el producto local. Si la industria, hoy, necesita 100 millones de botellas, de fabricación nacional, no llegan al 50%. Todas las bodegas, chicas, medianas y grandes, estamos con este problema". explica Mauro Villarejo, dueño de la bodega El Trapezlo.
"Eso se suma a que, con el dólar tan alto, los precios para el exterior son muy baratos, por lo que estamos exportando botellas vacias a la región. O sea: al crecimiento del mercado, se le agrega esta particularidad", añadió Villarejo. "La producción local de botellas hoy es crítica. El crecimiento de la industria. hoy. está frenado por esta realidad", expresa.
Las cristalerías locales reconocen el problema. Hoy. existen tres empresas nacionales que producen botellas: Rayen Cura. Cattorini Unos, y Cristalería del Rosario. En Rayen Cura, reconocieron el fallante pero prefirieron no hacer declaraciones.
En el país, también opera Bine Sky, que importa botellas de la Cristalería Toro, de Chile. "Desde el Gobierno, no estamos teniendo problemas para ingresar productos. Lo que nos pasa es que no hay stock. Muchas bodegas que. antes, nos compraban algunos productos, hoy, nos piden más artículos pero no se los podemos vender porque no hay", indica Juan Pablo Menéndez. de Blue Sky.
"Durante la pandemia, pensamos que no podríamos trabajar con normalidad. Lo cierto es que el consumo interno creció muchísimo. No sólo de vino. sino, también, de cervezas y aceites de oliva. Pero no sucedió solo en el país. También, en la región. En Chile, hay más demanda. Por eso, hoy nos cuesta más t raer stock: la producción no llega a abastecer a la demanda", detalla Menéndez.
Al crecimiento de la demanda, se sumaron los inconvenientes que generó el Covid. "Hoy, la fábrica está operativa al 100%. Pero muchas estuvieron paradas por positivos de coronavirus", remarcó. BlueSky trabaja con bodegas como Peñaflor y Caleña Zapata.
Y. si bien los valores de las botellas importadas no aumentaron en dólares, de marzo -pre-pandemia- a hoy, el alza de la divisa estadounidense hizo que sean más costosas. "El precio es, en promedio. uSs 0.20 cada una. Antes, las bodegas nos compraban sólo algunas botellas para ediciones especiales. Hoy, ante la falta de stock, nos piden más mercadería. Pero no hay disponible", destaca.
La industria vitivinícola ve esto con preocupación. En sólo dos meses, comienza la recolección de las uvas. Pero los barriles están lie nos de vino que esperan botellas para ser envasados.
Fuente: El Cronista Comercial