Los dueños de Café Martínez lanzan una cadena de hamburgueserías
El clan se diversifica con una nueva propuesta gourmet, llamada Holy. Ya abrió en Nordelta el primer local, con una inversión inicial de u$s 300.000. El plan contempla llegar a 50 sucursales en 10 años
Holy se llama la nueva hamburguesería de los dueños de Café Martínez. Ya abrió el primer local en Nordelta y el plan es llegar a las 50 sucursales en los próximos 10 años.
Con esta apuesta, los socios apuntan a diversificar sus negocios. "Heredamos un comercio familiar y nos convertimos en una empresa familiar", señala Marcelo Salas, en referencia a la expansión de Café Martínez, la cadena de cafeterías que fundó su abuelo materno en 1933 y que hoy comanda junto a sus hermanos Mauro y Claudia. "El próximo paso es ser una familia empresaria, dueña de más marcas gastronómicas", resume como la esencia del camino que trazó la tercera generación.
La creación de Holy demandó una inversión inicial de u$s 300.000, un desembolso realizado por varios miembros de la familia. Además de Salas, participan como inversores su hermano Mauro y tres de sus sobrinos: Gerónimo Rojo, quien se desempeña como project manager de la empresa, Guillermo Reisz, a cargo del desarrollo del producto, y Lautaro Varni, encargado de marketing.
También realizaron aportes de capital Valentina Varni, la sobrina nieta de Salas e hija de Lautaro, y Leandro Canabe, gerente general de Café Martínez, que, aunque no tiene parentesco sanguíneo, para Salas es un integrante más del clan familiar.
La sucursal que abrió en el centro comercial de Nordelta es la primera de 50 inauguraciones previstas para la próxima década. "La intención es replicar el crecimiento de Café Martínez y llegar a todos los puntos del país, entre locales propios y franquicias", anticipa Salas.
Antes de fin de año, abrirán otras dos sedes. "Serán propias, en ambos casos. Analizamos posibles locaciones, aún no están definidas. Ramos Mejía y Flores son dos barrios que estamos estudiando", indicad ejecutivo.
Si bien en la zona operan cadenas de fast-food, el concepto es distinto. Holy se posiciona como una propuesta gourmet que funciona todos los días, con opciones para la familia y los amigos. "Buscamos que sea un punto de encuentro para relacionarse, sin la intermediación de la tecnología", comenta Salas. Para ello, ofrece juegos.
"La oferta es artesanal, pero con tiempos de producción industrial. La competencia suele tardar 20 minutos en promedio en entregar el pedido. Nosotros lo hacemos en un período de seis a 10 minutos", asegura.
El producto estrella son las burgers, que vienen en combo con papas y bebidas. "Nos tomamos ocho meses para diseñar nuestras elaboraciones, con blendsde carne y pan de papa de la más alta calidad. Todas tienen sus versiones veggie", explica.
Además de 12 variedades de hamburguesas, la oferta incluye opciones para picar, ensaladas, tostados, café, churros, chocolate, mikshakes y helados.
Con 15 empleados directos, el local de Nordelta prevé facturar $ 8 millones en mayo. El 90% de las ventas se reparten entre el salón y el take-away. "Además del público de la zona, también nos visita gente que trabaja en las proximidades", dice Salas.
El restante 10% de las ventas proviene de la plataforma Pedidos Ya. "El local sirve como un prototipo. Ajustaremos el modelo según el comportamiento del cliente", concluye.
Fuente: El Cronista Comercial