Mastellone perdió $1785 millones y culpó al congelamiento de precios
Dijo que sus costos crecieron más del 40% y las subas autorizadas, solo 5%; advierten que "el negocio es insostenible"
La firma Mastellone, que controla la marca La Serenísima, informó ayer a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que al tercer trimestre del año tuvo una pérdida de $1785 millones, y responsabilizó por esta situación al congelamiento de precios dispuesto por el Gobierno.
"Si no hay recomposición en los precios se perderán $2000 millones [en el año] y así la empresa no llega a abril. La situación es muy grave", señaló a la Nación una fuente vinculada con la compañía. La empresa tiene todos sus productos en los Precios Máximos. Consiguió una mejora del 3% en julio pasado y un 2% en septiembre último.
En la firma consideran que eso es insuficiente frente a una suba de costos, en lo que va del año, superior al 40%. "Si no hay una recomposición, la empresa no resiste. La Secretaría de Comercio tiene todos nuestros costos desde marzo", insistió la fuente consultada.
Lo paradójico es que la empresa profundiza sus pérdidas mientras vende un mayor volumen, según explican. A modo de ejemplo, en los primeros nueve meses del año vendió el equivalente a 1312 millones de litros de leche, un 22,3% más respecto de igual período de 2019.
Si bien el dato que la compañía informó a la CNV indica que perdió $1785 millones al 30 de septiembre pasado, se calcula que ya tocó los 1900 millones de pesos para el 1° de este mes. En este contexto, la previsión es que de no haber un cambio terminaría perdiendo unos 2000 millones de pesos en el año.
Al margen de los precios congelados, a la hora de desagregar el impacto de los costos en la compañía la fuente consultada se refirió a las paritarias, en las que, dijo, "el acumulado de los últimos 12 meses llega al 60%". En segundo término ubicó a los costos de logística, que treparon un 28%, y luego la leche cruda, con un incremento, según indicó, del 15%.
No es la única empresa alimentaria que atribuye su pérdida al congelamiento de precios dispuesto por el Gobierno. Vale recordar que ya en mayo pasado Molinos, del grupo Perez Companc, había informado que en el primer trimestre del año tuvo una pérdida neta de $114 millones. En esa oportunidad dijo que había sido por "la imposibilidad de trasladar los aumentos de costos a los precios de su cartera de productos".
En su mensaje sobre la pérdida, en tanto, Mastellone expresó en un comunicado: "Esa pérdida se debe fundamentalmente al incremento en los costos de la compañía, superior al 40% desde la última lista de precios de inicios de noviembre pasado, y a la imposibilidad de compensar esa pérdida actualizando los precios de venta de sus productos, que en promedio autorizaron aumentar apenas un 5% en lo que va del año, a través del régimen de Precios Máximos impuesto por el gobierno nacional".
"Esto a pesar de que entre junio y septiembre la compañía logró aumentar los volúmenes de venta. Sin embargo, el atraso en los precios es tal que a mayores ventas, más pérdida; un esquema que hace insostenible el negocio en el mediano plazo", agregó.
Según señaló la compañía, en lo que va del año no recibió "ningún tipo de asistencia económica, ni impositiva, por parte del Estado, ya sea ATP, Repro u otro de los planes oficiales dispuestos por el gobierno nacional".
Por otra parte, de acuerdo con un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), los precios máximos distorsionan la cadena láctea y perjudican también a los tamberos, porque las empresas no pueden pagar más. "Este panorama empieza a generar riesgos de que caiga la producción láctea, que acarreará problemas de desabastecimiento", dijo David Miazzo, economista de la entidad.
Fuente: La Nación