Pedidos Ya, Uber Eats, Rappi, Glovo: en alerta por impuesto del 30%
Las empresas de delivery son plataformas que facturan en el exterior. Y por eso las compras podrían quedar alcanzadas aunque el cargo sea en pesos.
La polémica por la aplicación de un impuesto de 30% a las compras con tarjeta de productos y servicios fuera del país sigue sumando elementos. Es que más allá de los casos obvios (gastos de turismo) a los usuarios les va cayendo la ficha de que también hay muchos servicios consumidos localmente que quedarán alcanzados. Lo primero fueron Netflix y Spotify y otros servicios de streaming.
Pero también están amenazados por el recargo otros servicios tanto o más masivos que aquellos: el delivery. Las principales empresas de este mercado son Pedidos Ya, Rappi, Glovo y, con menos desarrollo, Uber Eats. Todas operan con plataformas procesadoras de pagos basadas fuera de Argentina, por lo que los cargos pueden ser considerados como gastos en el exterior. Si bien todo depende la letra chica de la ley que será enviada hoy al Congreso, entre las compañías ya hay preocupación porque esto podría afectar su operatoria, cada vez más difundida entre el público argentino.
Por ejemplo, Pedidos Ya es una empresa fundada hace más de una década por emprendedores uruguayos y mantiene su sede regional en Montevideo. Pero en 2014 fue comprada por la alemana Delivery Hero, un gigante con presencia global que el año pasado facturó más de u$s700 millones.
La práctica de Pedidos Ya es mantener los cargos en pesos, a pesar de los riesgos de devaluación a los que está acostumbrado el mercado local. Lo mismo hacen sus competidores de Rappi, pero hay excepciones.
Es el caso de Glovo. Esta plataforma es de origen español y desde hace varios meses traslada automáticamente a dólares los importes de las compras que se pagan con tarjeta de crédito. En el resumen de la tarjeta de crédito aparece el monto expresado en pesos y su traducción a moneda dura, con la aclaración del país donde se consumó la compra, que no es la Argentina sino España.
En cuanto a Rappi, es una plataforma radicada en Colombia y si bien factura en pesos en la tarjeta de crédito, en la letra chica de sus términos y condiciones de uso explica claramente: "La solicitud de un Servicio de Cadetería, sea en forma inmediata o bajo reserva a través de la Aplicación podrá abonarse únicamente mediante la plataforma de pagos conocida como PayU, de titularidad de E-Payments S.A". PayU es una fintech de medios de pagos electrónicos que tiene su sede en Países Bajos.
Los servicios de delivery ganaron muchos usuarios en los últimos años. Comenzaron como reparto de comidas y luego se extendieron a todo tipo de servicios según la demanda del cliente.
Si finalmente quedan alcanzados por el impuesto del 30% sufrirán un cimbronazo porque los usuarios optarán por volver al sistema básico de delivery de cada local para ahorrarse el recargo. Otra alternativa será apelar al pago en efectivo aunque se siga operando a través de las citadas plataformas. La economía en negro volverá a descorchar champán.
La alternativa más razonable sería que las empresas trasladen el proceso de pagos al país, para que las compran no califiquen como externas. De paso, se ahorrarían un impacto negativo en su facturación que se traducirá además en pérdida de oportunidades de trabajo para los repartidores.
Fuente: Ámbito Financiero