Un conflicto gremial mantiene paralizado el puerto de Rosario
La UIA reclamó que se declare "actividad esencial" a ese puerto para poder retomar las actividades y también liberar la mercadería retenida.
Un conflicto gremial tiene paralizada parte de la actividad del Puerto de Rosario hace ya un mes, según una denuncia que la Unión Industrial (UIA) hizo llegar a la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, a quien reclamó que declare "actividad esencial" a ese puerto para poder retomar las actividades y también liberar la mercadería retenida.
La misiva, a la que tuvo acceso Clarín, está fechada el 30 de diciembre y firmada por el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja. Allí se señala la "preocupación" de la entidad fabril ante la paralización de actividad del puerto, "que ya lleva casi un mes y que afecta gravemente a cadenas de valor productivas con el consecuente impacto en el abastecimiento del mercado interno y exportador".
Según la UIA, la situación complica la operatoria de comercio exterior de varias empresas, "particularmente cerealeras, alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos" que, señala la misiva, tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior, "poniendo en riesgo negocios de exportación, debido a que trae aparejado el incumplimiento de los acuerdos y el consecuente no ingreso de las divisas al país".
Uno de los clientes del Puerto Rosario es la automotriz General Motors, que tiene su planta en la localidad de General Alvear, a pocos kilómetros.
El conflicto se desató a raíz de una serie de despidos efectuados por la concesionaria de los muelles 1 y 2 del puerto santafesino, Terminal Puerto Rosario (TPR). Desde entonces la actividad está paralizada por una medida de fuerza del Sindicato Unidos Portuarios (SUPA).
El 28 de diciembre la cartera a cargo de Olmos dispuso la conciliación obligatoria, que debería haber vuelto el conflicto a fojas cero y hacer que todos retomaran la actividad, mientras se negociaba una solución.
Esa tregua no fue acatada por el gremio, según denunció la UIA. "Los trabajadores agrupados en el SUPA decidieron no acatar la conciliación obligatoria y mantener la interrupción de la actividad de carga y descarga portuaria", planteó Funes de Rioja.
"El conflicto en cuestión no sólo vulnera la libre circulación de bienes en el territorio nacional, sino que, al impedir el tránsito de productos e insumos indispensables para cadenas productivas que resultan de interés público, pone a la vez en juego los derechos a la vida y la salud de ciudadanos de la Nación afectados por esta medida".
Por ese motivo, según alegó, la entidad fabril reclamó a la ministra que declare "actividad esencial" al puerto rosarino, con el antecedente del conflicto del puerto porteño de septiembre.
Fuente: Clarín