Policiales

12/08/2025

Liberaron por error en Chile a un sicario venezolano y ahora lo buscan en la Argentina

Acusado de ser el autor material de un homicidio en la capital trasandina, se comunicó mal su nombre y lo excarcelaron

La investigación comenzó con una pesquisa por un presunto asesinato por encargo. El imputado utilizó una identidad falsa desde el inicio y fue considerado un riesgo por el tribunal de Santiago de Chile que lo tenía en el banquillo. Sin embargo, el acusado recuperó la libertad en menos de 24 horas. Desde entonces, las autoridades intentan localizarlo. Incluso en la Argentina. El viernes pasado, las autoridades trasandinas confirmaron que el hombre que era buscado como Osmar Alexander Ferrer Ramírez en el marco de la investigación por el homicidio de José Felipe Reyes Ossa, ocurrido el 19 de junio en Ñuñoa, en Santiago, en realidad se llama Alberto Carlos Mejía Hernández, un venezolano de 18 años señalado en el expediente como presunto autor material del crimen. 

La confirmación de su verdadera identidad no se obtuvo de manera inmediata ni sencilla. Fue el resultado de un proceso de verificación que incluyó el análisis de huellas dactilares y diversos registros que fueron enviados a Interpol. 

BUSCADO ALBERTO CARLOS MEJÍA HERNÁNDEZ Oriundo de Venezuela, 1,74 mts. de altura, tez morena, posee un tatuaje en el dorso de su mano derecha con el rostro del dios mitológico Zeus. Cualquier información comunicarse al 911. El afiche de la búsqueda del prófugo constató que el nombre con el que había sido ingresado en el sistema judicial chileno no era más que un alias cuidadosamente escogido para encubrir su verdadera procedencia.

 Según los registros oficiales, Mejía Hernández nació en Venezuela en 2006, tiene tez morena, mide 1,74 metros y en el dorso de su mano derecha tiene un tatuaje con el rostro del dios griego Zeus. Se trata de Alberto Carlos Mejía Hernández, de 18 años, tez morena, 1,74 metros y con un tatuaje de Zeus en su mano derecha El desconcierto llegó a su punto más alto el viernes por la mañana, cuando personal de Carabineros de Chile comunicó erróneamente que el nombre verdadero del imputado era Carlos Alberto Mejía Hernández, invirtiendo el orden de sus nombres. El error fue aclarado pocas horas después por la Fiscalía Nacional y por el propio ministro de Seguridad, Luis Cordero.

"Es Alberto Carlos. En la gráfica hubo un cambio y se ha corregido, pero su número de identidad corresponde al entregado este jueves por las autoridades venezolanas. Las policías acaban de corregir el orden de los nombres", manifestó el funcionario en una conferencia de prensa. La advertencia ya cruzó la cordillera y encendió las alarmas en territorio argentino. 

Mediante un comunicado oficial, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Cruz, en coordinación con Carabineros de Chile, hizo un llamado a la población para aportar cualquier dato que permita localizar a Alberto Carlos Mejía Hernández. La difusión del pedido motivó el despliegue de distintos operativos y la activación de canales de cooperación con fuerzas de seguridad nacionales e internacionales, incluyendo a las autoridades argentinas. En la pieza gráfica distribuida por las agencias de seguridad se lee: "Cualquier información, comunicarse al 911". 

Según advirtieron fuentes oficiales a La Nación, este nuevo episodio se suma a una cadena de desaciertos que comprometen directamente al Poder Judicial y a la Gendarmería de Chile, encargada de la custodia y el control de las personas privadas de libertad. La historia se remonta al 9 de julio, cuando el Juzgado de Garantía N° 8 de Santiago de Chile imputó y ordenó la detención de tres sospechosos por su presunta participación en el asesinato de Reyes Ossa, conocido como el Rey del Barrio Meiggs, un sector emblemático del comercio informal y de la venta ilegal en el centro de la capital. Durante aquella audiencia, la magistrada Irene Rodríguez fue categórica: calificó a los tres acusados de un "peligro para la seguridad de la sociedad" y sostuvo que existía un riesgo alto de fuga. 

"Con estas personas libres, tenemos que persignarnos", afirmó. No obstante, al día siguiente, y de manera sorpresiva, una resolución electrónica emitida por el mismo tribunal dispuso la libertad de Mejía Hernández, todavía identificado bajo su nombre falso, Osmar Ferrer. 

El imputado, que según la Fiscalía tiene vínculos con la organización criminal Tren de Aragua, permanece prófugo. El Ministerio Público de Chile puso en marcha una investigación por la presunta falsificación de la resolución judicial que permitió su excarcelación, proceso que quedó a cargo del fiscal Marcos Pastén. 

En paralelo, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) intensificó las labores para dar con el paradero del prófugo. Entre las medidas dispuestas se incluyeron dos allanamientos en la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ), el organismo responsable de la gestión de los recursos humanos, físicos y financieros de los tribunales. 

Al mismo tiempo, el Poder Judicial inició sumarios administrativos internos para deslindar responsabilidades y esclarecer cómo se produjo una liberación que, según diversas fuentes, nunca debió ocurrir.

Fuente: La Nación

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