El Gobierno bajó la edad mínima para tener armas, y hay polémica
Por decreto, la redujo de 21 a 18 años. Adeptos y detractores tienen distintas visiones acerca de si un joven a esa edad ya tiene la madurez suficiente.
Para armonizar la normativa vigente a las disposiciones actuales sobre la mayoría de edad, un decreto presidencial, publicado ayer en el Boletín Oficial, actualizó la reglamentación de la ley nacional 20.429 de armas y explosivos y redujo la edad mínima para ser considerado legítimo usuario de armas de 21 a 18 años. La medida desató una polémica entre adeptos y detractores.
Pero, ¿un joven de 18 años está preparado psicológica y socialmente para tener contacto con este tipo de materiales? Luis Vicat es licenciado en seguridad y diplomado en psiquiatría forense. Considera que una persona de 18 años tiene la capacidad psicológica y un raciocinio superior a la que tenía un joven de 21 hace una década. También tienen ubicuidad y pueden discernir entre el bien y el mal. "Son más maduros por el avance tecnológico y eso hizo que la legislación se pusiera a tiro. No obstante, hay una franja que no está capacitada (los delincuentes) y sin embargo, de facto, usan armas y matan gente todos los días. Los soldaditos van a seguir usando armas a como dé lugar así que las diferencias etarias para ellos no corren", responde ante la pregunta de Clarín.
Es que el legítimo usuario, muchas veces, tiene fines cinegéticos, de caza, de tiro al blanco, y deportivo.
"El hecho de tener el arma no significa que lo faciliten mentalmente para delinquir con ella, sino que puede otorgarle sensación de seguridad o defensa ante un eventual ataque", interpreta Vicat.
En este escenario, insiste en que la modificación de la normativa pone a los jóvenes de 18 años en la misma situación fáctica que la de quien egresa de la escuela militar a los 18 como subteniente o de una fuerza de seguridad porque "las condiciones siguen siendo tan estrictas como antes: exámenes psicofísicos, de idoneidad de tiro para evitar accidentes, la tenencia responsable".
"La nueva Ley de tenencia de armas promueve bajar la edad a ciudadanos de 18 años, edad que refleja el tránsito de un proceso de crecimiento físico y emocional de cambio para llegar a la madurez emocional necesaria para tomar decisiones responsables, para reaccionar adaptativamente y adecuadamente ante situaciones inesperadas de excesivo stress y/o riesgo de vida con moderación de los impulsos que requieren estabilidad emocional", opina Marcela Baigorria, psicóloga, y agrega: "Las mencionadas competencias psicológicas son requeridas en la evaluación psicológica para tenencia o portación de armas de fuego, las cuales son características de personalidad que se terminan de forjar en la edad adulta".
Una polémica crispada Fernando Soto, Director Nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad de la Nación, enfatiza que no hay un obstáculo legal porque los jóvenes de 18 años son mayores de edad desde hace muchos años en Argentina. "Así como pueden elegir al Presidente de la Nación o abortar desde los 16, a los 18 tienen plena mayoría de edad y por ende, la capacidad para tener un arma en las condiciones y estrictos requisitos que marca la ley", explica, en diálogo con Clarín.
Y cuestiona la vigencia de la ley de menores: "Esta normativa establece que un menor de 15 cometa un homicidio, como el del playero en una estación de servicio de Rosario, con un arma y que no pase absolutamente nada legalmente. Entonces, no tenía lógica que una persona de 18 años no pudiera tramitar la tenencia legal de armas".
En cambio, para Esteban Rodríguez Alzueta, Investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la modificación en la legislación de tenencia de armas es "otra medida que llega a través de un decreto, es decir, soslayando y desautorizando el debate parlamentario donde se viene discutiendo el desarme a través de programas de entrega voluntaria".
"Este decreto expresa la postura del gobierno sobre la seguridad: cuando el Estado se achica, carga la seguridad pública a la cuenta de los individuos. Es una medida provocativa contra la agenda del movimiento de mujeres y su lucha contra los femicidios. El hecho de que ahora los jóvenes puedan armarse no cambiará las cosas. El mercado nunca pregunta, y los protagonistas de los mercados ilegales no necesitan certificar la edad del demandante para vender un arma de fuego. Esos mercados han ido armando a los jóvenes de los barrios plebeyos que, muchas veces, dirimen sus disputas a los tiros. No es casual también que en los últimos años hayan aumentado los suicidios por uso de armas de fuego", postula Rodríguez Alzueta.
Según números de la Administración Nacional de Materiales Controlados (ANMAAC), hoy son cerca de 1000 los usuarios de armas registrados con 21 años. "Seguramente, habrá un aumento de la registración en una franja que había quedado desfasada con el Código Civil, y que estaban esperando esta norma. Y hay deportistas de tiro que no pueden federarse por estar entre los 18 y 21 años".
Fuente: Clarín