Entre tensiones y acuerdos, sindicalistas desafían la pauta salarial del Gobierno Milei
Mientras algunos sindicatos aceptan reajustes salariales ajustados al límite del 1%, otros siguen negociando o esperan la homologación de sus acuerdos. El panorama se complica a medida que el Gobierno insiste en la pauta salarial como estrategia para controlar la inflación.
El Gobierno de Javier Milei enfrenta un inicio de año marcado por intensas negociaciones salariales. Bajo la consigna de 'cuidar el salario acompañando la baja inflacionaria', la Secretaría de Trabajo, dirigida por Julio Cordero, aplica estrictamente un tope del 1% para los aumentos salariales. Esta política ha generado tensiones con distintos sindicatos y empresarios, reflejando una compleja dinámica de poder.
El acuerdo del Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, es el modelo que el Gobierno busca replicar. Moyano aceptó un aumento del 5,5% en tres tramos entre diciembre y febrero, significativamente menor al 15% solicitado inicialmente. Además, el gremio flexibilizó el pago del bono de $600 mil para pequeñas y medianas empresas, aunque mantiene un aporte extraordinario de $16 mil por trabajador para la obra social.
Por su parte, la Federación de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERyH), conducida por Víctor Santa María, acordó un aumento del 3,3% para enero y febrero, alineándose con la pauta oficial. Santa María destacó el esfuerzo por recuperar el poder adquisitivo sin desestabilizar la economía, en un contexto desafiante.
Sin embargo, no todos los sindicatos han cedido a las restricciones del Gobierno. La Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), liderada por Héctor Daer, acordó un aumento del 11,4% para el último trimestre de 2024, que Trabajo se niega a homologar. Daer insiste en mantener el acuerdo original, mientras las empresas ya comenzaron a pagar los incrementos.
Luis Barrionuevo, líder de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), enfrenta una situación similar. Su gremio pactó un incremento del 16% en tres meses, pero la Secretaría de Trabajo lo consideró incompatible con el tope salarial. El sector gastronómico se encuentra en una encrucijada, con otros convenios en la misma situación.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), presidida por Abel Furlán, protagoniza una de las paritarias más complejas. El sindicato exige un 18,71% para el período noviembre-marzo y un bono de $300 mil. Aunque las negociaciones avanzaban, Trabajo intervino para frenar el acuerdo. Furlán denunció un ?proceso de desindustrialización? y una pérdida masiva de empleos en el sector.
El modelo económico propuesto por el ministro de Economía, Luis Caputo, ha generado fuertes resistencias en el ámbito sindical. Con varios gremios alineados con el kirchnerismo, como la UOM, las paritarias se han convertido en un campo de disputa política.
Mientras tanto, sectores como el de la alimentación y la siderurgia esperan definiciones que podrían tensar aún más la relación entre sindicatos, empresarios y el Gobierno. La estrategia de limitar los aumentos al 1% será clave para medir la estabilidad de la política salarial y su impacto en la economía del país.
Los números:
Tope salarial del 1%: La Secretaría de Trabajo, dirigida por Julio Cordero, impuso un límite de aumento salarial del 1% como parte de la estrategia del Gobierno de Milei para controlar la inflación y proteger el salario.
Acuerdo del Sindicato de Camioneros: Hugo Moyano aceptó un aumento del 5,5% en tres tramos, lejos del 15% solicitado, y acordó flexibilizar el pago del bono de $600 mil para pymes, pero mantuvo un aporte extraordinario para la obra social.
FATERyH y UTHGRA: Ambos sindicatos, liderados por Víctor Santa María y Luis Barrionuevo, firmaron acuerdos salariales que superan el tope del 1%, lo que ha generado tensiones con el Gobierno.
FATSA y UOM: Héctor Daer (FATSA) y Abel Furlán (UOM) enfrentan problemas con la homologación de acuerdos debido a que sus aumentos salariales no cumplen con la pauta oficial. La UOM, además, denuncia un proceso de desindustrialización.
Intervención del Gobierno: El Gobierno busca moldear las paritarias a su estrategia económica, lo que genera un clima de tensión con sindicatos, especialmente aquellos alineados con el kirchnerismo.
Estas negociaciones serán clave para medir la efectividad del tope salarial del 1% y su impacto en la economía y el empleo.
Fuente: Ejes de comunicación
