Flexibilización y ajuste: las medidas que Milei exige a los gremios para mantener Aerolíneas operativa
El gobierno endurece su postura ante los gremios aeronáuticos: cambios en las condiciones de trabajo y reducción de privilegios, o el riesgo de un cierre. Pilotos y tripulantes están en el centro de un ajuste que busca transformar salarios garantizados en pagos por productividad.
Milei endurece su postura frente a los gremios aeronáuticos: el futuro de Aerolíneas Argentinas en juego
La reciente huelga de los sindicatos aeronáuticos que dejó a cientos de pasajeros atrapados en los aviones encendió una alarma en la Casa Rosada. Para el presidente Javier Milei, el paro fue un quiebre que lo llevó a redoblar la apuesta en su estrategia de ajustes. No es la primera vez que el mandatario enfrenta un conflicto sindical con una actitud implacable: ya lo había hecho con los piqueteros al inicio de su gestión y más recientemente con el sector universitario. Ahora, el turno es de Aerolíneas Argentinas, y Milei no parece dispuesto a ceder.
El presidente dejó un mensaje claro: reconsiderará la puesta en marcha del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) únicamente si los gremios aceptan despojarse de beneficios que, según él, están "fuera de mercado". La administración busca, antes de negociar cualquier mejora salarial, un pacto que permita implementar cambios drásticos en las condiciones laborales, con el objetivo de mantener la operatividad de la aerolínea de bandera en tiempos de déficit cero.
Una pulseada contra reloj
El viernes pasado, representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró; la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), encabezada por Edgardo Llano; y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), conducida por Juan Pablo Brey, se sentaron a negociar con las autoridades de la empresa. Allí, Fabián Lombardo, el responsable de Aerolíneas Argentinas, no dejó espacio para ambigüedades: "Antes de cualquier aumento, hay que ajustar". Los cambios que propone el gobierno abarcan desde la reestructuración de las horas de trabajo hasta la eliminación de ciertos privilegios históricos.
Las ocho medidas que generan tensiones
El plan de ajuste incluye ocho reformas clave, cada una de ellas polémica y resistida por los gremios:
1. Transformar ítems salariales garantizados en pagos por productividad, afectando horas de actividad y guardias.
2. Limitar a 15 días la antelación con la que comandantes y pilotos pueden solicitar pasajes vacacionales y reducir los beneficios de clase.
3. Eliminar el derecho a descansar en clase ejecutiva para las tripulaciones en vuelos internacionales, con reubicaciones menos cómodas.
4. Reorganizar los asientos de descanso en función del número de pilotos de refuerzo y de la disponibilidad en clase ejecutiva o única.
5. Cancelar los servicios de traslados en remises cuando venzan los contratos actuales.
6. Quitar la gratificación extraordinaria equivalente a diez sueldos brutos que los pilotos reciben al jubilarse.
7. Reubicar pilotos de vuelos internacionales en rutas de cabotaje según necesidades de la empresa.
8. Anular todas las directivas gremiales que afecten la operatividad del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT).
El dilema del futuro de Aerolíneas
Las próximas semanas serán decisivas. El gobierno aguarda la respuesta de los gremios para saber hasta dónde están dispuestos a ceder. Si las negociaciones fracasan, la administración de Milei no titubeará en avanzar con el PPC, una medida que permitiría reformular las condiciones laborales e incluso reducir personal bajo el argumento de "razones de fuerza mayor".
El destino de Aerolíneas Argentinas, y el alcance del ajuste que busca imponer Milei, están en el centro de una disputa que pone en jaque los privilegios históricos del sector aeronáutico. Con el riesgo de judicialización y más conflictos en puerta, el enfrentamiento no solo promete ser largo, sino decisivo para la política de recortes que el presidente defiende como bandera.
Fuente: Ejes de Comunicación