Juicio por el intento de asesinato a Cristina Kirchner: el jefe de Los Copitos declaró y se quebró
Carrizo, acusado de ser partícipe secundario del intento de asesinato del 1° de septiembre de 2022, afirmó entre lágrimas que se enteró del atentado por televisión y que está preso por error. ?Nunca tuve un arma en mi mano?, sostuvo con vehemencia.
Nicolás Carrizo, conocido como el jefe de ?Los Copitos?, se desligó rotundamente del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la segunda audiencia del juicio a ?la banda de los copitos?.
Una Relación Casual
Al inicio de su declaración, Carrizo explicó cómo empezó su relación con Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, los principales acusados. Según Carrizo, conoció a ambos durante una fiesta y luego se reencontraron cuando fueron a buscar una campera olvidada en la casa de Checho, un lugar donde trabajaban con algodón de azúcar. Fue en esa ocasión que Carrizo tuvo su primera conversación sustancial con Sabag Montiel, quien le comentó que trabajaba arreglando coches.
Carrizo relató que, tras unos días de convivir, se le ocurrió ir a la Costa a vender copitos de algodón de azúcar, idea que todos en el grupo aceptaron con entusiasmo. Durante ese tiempo, Sabag y Uliarte comenzaron a aparecer en los medios de comunicación, según Carrizo, para publicitar su negocio.
El Día del Atentado
Carrizo recordó el día del atentado con detalle. Afirmó que, tras acostarse tarde y levantarse para ver un resumen de fútbol, se enteró del intento de asesinato a la vicepresidenta por un amigo que le comentó que el agresor había sido alguien llamado Sabag Montiel. Al encender la televisión, Carrizo vio a Sabag Montiel entre la multitud, intentando gatillar cerca de la cabeza de Cristina Kirchner.
Desconcertado, Carrizo llamó a Brenda Uliarte para preguntarle qué había sucedido, pero ella dijo no saber nada y que hacía dos días no veía a Sabag Montiel.
Las Consecuencias
Carrizo detalló que, tras el atentado, acompañó a Uliarte a dar una entrevista en televisión porque ella estaba afectada. Sin embargo, después descubrió que ella sabía más de lo que decía, lo que provocó su enojo.
Fuente: Ejes de Comunicación