La OCDE alerta: Argentina enfrentará la mayor contracción económica del G20 en 2024, pero con un leve repunte en 2025
La OCDE advierte que Argentina sufrirá la mayor contracción económica del G20 en 2024, con una caída del PBI del 4% y una inflación proyectada del 147,5%. A pesar de este panorama sombrío, el organismo prevé una leve recuperación para 2025, con un crecimiento del 3,9%. Las reformas estructurales recomendadas serán clave para evitar el colapso y estabilizar la economía del país.
En su último informe interino de Perspectivas, publicado el miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lanzó una advertencia contundente: la economía argentina, ya debilitada por años de inestabilidad financiera y crisis macroeconómica, sufrirá la mayor contracción de todas las economías del G20 en 2024. Este pronóstico posiciona a Argentina como el país con peor desempeño entre las principales economías del mundo, proyectando una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 4%, un deterioro mayor al previsto en mayo de 2023, cuando se estimaba una contracción del 3,3%.
Esta cifra alarmante coloca al país en una situación crítica, donde la economía no solo enfrenta un retroceso en términos de producción, sino que además se espera una inflación desenfrenada que podría superar el 147,5%. Aunque esta tasa es inferior a la catastrófica previsión de mayo, cuando se proyectaba una inflación del 208%, el impacto será devastador para los argentinos, que ya sufren una pérdida significativa de su poder adquisitivo. La OCDE destaca que Argentina será, junto con Turquía, el único país del G20 con una inflación de dos dígitos en 2025.
La recesión de 2024: causas y consecuencias
La economía argentina ha sido víctima de una serie de factores internos y externos que la han empujado a un ciclo recesivo. Entre las causas internas, se destacan las políticas económicas erráticas de los últimos años, el alto déficit fiscal y la inestabilidad en el mercado de cambios. El gobierno de Javier Milei ha heredado un país con una deuda creciente en moneda extranjera, una inflación que supera los tres dígitos y una economía fuertemente dolarizada, lo que limita su capacidad de implementar medidas efectivas para contener la crisis.
Por otro lado, el contexto internacional tampoco ha sido favorable para Argentina. La desaceleración del comercio mundial, sumada a la caída en los precios de algunas de sus principales exportaciones, como la soja, han reducido los ingresos por exportaciones, un factor clave para una economía dependiente del sector agroexportador. A esto se suma la apreciación del dólar, que ha encarecido el costo de la deuda externa, incrementando las tensiones en el mercado financiero.
Uno de los aspectos más preocupantes que resalta el informe de la OCDE es la combinación entre la depreciación del peso argentino y el incremento del costo de financiación de la deuda en dólares. Esta dinámica ha generado un círculo vicioso: la devaluación de la moneda ha facilitado un aumento de los ingresos por exportaciones, pero ha encarecido significativamente el servicio de la deuda externa, comprometiendo aún más las cuentas fiscales.
La inflación como el principal desafío económico
La inflación en Argentina es, sin duda, el mayor reto que enfrenta el gobierno de Milei. Con una tasa que cerró en 117,2% en 2023, la OCDE proyecta que en 2024 esta cifra alcanzará el 147,5%, lo que representa un nivel insostenible para cualquier economía. Este proceso inflacionario erosiona día a día el salario de los trabajadores, reduce la demanda interna y complica las perspectivas de recuperación económica.
A pesar de este sombrío panorama, la OCDE prevé una moderación en la inflación para 2025, cuando se espera que descienda al 46,7%. Sin embargo, este nivel seguiría siendo elevado en comparación con los estándares internacionales y muy superior al promedio de las economías emergentes. En el contexto global, la inflación de las principales economías del G20 debería pasar del 5,4% en 2024 al 3,3% en 2025, lo que refleja un contraste abrumador con la situación argentina.
2025: un posible repunte con cautela
El informe de la OCDE incluye un rayo de esperanza para Argentina: se prevé que en 2025 la economía vuelva a crecer, con una expansión del 3,9%. Esta revisión al alza de 1,2 puntos respecto a las previsiones de mayo representa la mayor corrección positiva para cualquier país del G20. Según los expertos, esta recuperación estaría impulsada por una mejora en las condiciones internacionales y una estabilización de la economía doméstica, siempre y cuando se implementen las reformas necesarias para contener el déficit fiscal y controlar la inflación.
Sin embargo, este escenario optimista depende de la capacidad del gobierno de Javier Milei para llevar a cabo las reformas estructurales que la OCDE considera esenciales para estabilizar la economía. Entre las principales recomendaciones del organismo se incluyen la mejora en la eficiencia del gasto público, la lucha contra el fraude fiscal, la reducción del peso de las empresas públicas y la formalización de la economía informal, todos puntos clave que determinarán si Argentina puede revertir su situación crítica.
Las economías emergentes: Argentina frente a Brasil, México y Turquía
El análisis de la OCDE destaca que Argentina no es el único país emergente que enfrenta dificultades económicas, pero su situación es particularmente grave en comparación con otros miembros del G20 como Brasil, México y Turquía. Si bien la depreciación de sus monedas frente al dólar también ha afectado a estos países, el impacto en Argentina ha sido más severo debido a su alta dependencia del endeudamiento externo y su limitada capacidad de generar ingresos fiscales.
Brasil, por ejemplo, ha mostrado un desempeño económico mucho más robusto, con una previsión de crecimiento del 2,9% en 2024, impulsada por una gestión fiscal más controlada y una inflación mucho más contenida en comparación con Argentina. México, aunque enfrenta sus propios desafíos, sigue mostrando signos de resiliencia, aunque la OCDE revisó a la baja su crecimiento, estimándolo en un 1,4% para 2024. Turquía, por su parte, comparte con Argentina la característica de mantener una inflación elevada, pero su economía ha mostrado una mayor capacidad de adaptación frente a los shocks externos.
Recomendaciones de la OCDE: reformas urgentes para evitar el colapso
La OCDE ha sido clara en sus recomendaciones: Argentina debe implementar reformas profundas y estructurales si pretende estabilizar su economía y evitar un colapso mayor en 2024. Entre las medidas urgentes, el organismo señala la necesidad de aumentar la eficiencia en la recaudación fiscal, combatir la evasión y elusión impositiva, y reducir el peso de las empresas públicas, que en muchos casos son ineficientes y generan un drenaje constante de recursos públicos.
Además, la OCDE insiste en la importancia de formalizar la economía, dado que un alto porcentaje de la actividad económica en Argentina sigue siendo informal, lo que reduce la base impositiva y limita la capacidad del Estado para financiar políticas públicas esenciales.
Conclusión: un futuro incierto para Argentina
El informe de la OCDE pinta un panorama sombrío para Argentina en 2024, con una contracción económica severa y una inflación descontrolada que continuará afectando a la población y complicando la gestión económica del gobierno. Si bien las perspectivas para 2025 muestran un posible repunte, este dependerá en gran medida de la implementación de reformas estructurales que permitan estabilizar la economía.
El desafío para el gobierno de Javier Milei es monumental. Argentina se enfrenta a un escenario en el que la falta de acción decisiva podría perpetuar la crisis, mientras que una estrategia clara y bien ejecutada podría ser el primer paso hacia una recuperación sostenida en el mediano plazo.
Fuente: Ejes de Comunicación