"Larreta vuelve, pero no al PRO: el exjefe de Gobierno carga contra Macri, Milei y la ciudad que 'huele a pis'"
En una entrevista con Nacho Ortelli, Horacio Rodríguez Larreta, el hombre que gobernó Buenos Aires durante ocho años, que soñó con la Rosada y hoy es candidato a legislador por el Movimiento al Desarrollo (MAD), explicó sus motivaciones para volver a la política local, criticó la gestión actual y reflexionó sobre su distanciamiento del PRO y figuras como Mauricio Macri:
Decisión de volver a la política local
Larreta justificó su candidatura a legislador argumentando que la ciudad "no está bien": "La ciudad está sucia, hay más inseguridad, menos policía en la calle (...) tengo muchos años de experiencia, la conozco muchísimo, puedo aportar". Rechazó el prejuicio de que un exjefe de Gobierno no deba aspirar a un cargo menor: "No se me caen los anillos (...) estoy orgulloso de lo que hicimos como jefe de gobierno, hicimos una transformación enorme".
La ciudad que ya no brilla (y huele a pis)
"La ciudad está sucia", dice, y repite la frase como un mantra. "Tiene olor a pis". Lo dice sin metáforas: habla de cloacas, de pasto alto en las plazas, de semáforos rotos. "Recorrí Monte Castro, Devoto, Chacarita... todo es lo mismo. La ciudad no es lo que era. Me parte el corazón". Su crítica al gobierno de Jorge Macri es directa, casi íntima. Recuerda obras que ya no están 'el Paseo del Bajo, los viaductos del San Martín' y proyectos que quedaron en promesas, como el viaducto del Sarmiento. "En 2019 lo anunciamos. Vino la pandemia, sí, pero este gobierno ya debió retomarlo". No menciona a Macri, pero su nombre flota.
La coherencia como bandera (y el divorcio del PRO)
"¿Cómo voy a pedir votos para un gobierno que no me representa?", lanza. La ruptura con el PRO no es solo política: "Hace mucho que no hablo con Mauricio. Tenemos visiones distintas". Sobre María Eugenia Vidal, matiza: "Con ella comemos arroz y no hablamos de política". La autocrítica llega, pero dosificada. Reconoce que en su campaña presidencial se "embarulló" entre políticos: "Terminé siendo un álbum de fotos con intendentes de Lules". Pero se defiende: "Hasta el último día prioricé la ciudad. En 2019 tuvimos el año con menos delitos de la historia".
Nacho Ortelli le recuerda que, pese a su gestión, los porteños votaron más a Bullrich que a él en las PASO. Larreta esquiva: "En elecciones locales siempre sacamos 50%". Y dispara: "Si la ciudad estuviese bien, no estaríamos discutiendo politiquerías".
Autocrítica de su campaña presidencial
Reconoció errores en su estrategia: "En la campaña quedé muy rodeado de políticos (...). Mi vida no era así. Claramente fue un error (...). La política te va embarullando". Sobre su gestión como jefe de Gobierno, defendió: "Hasta el último minuto (...). El 2019 fue el año de más bajo crímenes en la historia de la ciudad".
Milei: elogios con veneno y un plan que no está
Sobre el Gobierno nacional, elige un equilibrio precario: "Valoro el equilibrio fiscal, pero repudio la agresión". La palabra "diálogo" la repite como un talismán, aunque sabe que hoy suena a herejía. "No creo en insultar al que piensa distinto. Lo mío es planificar: en la ciudad sabíamos qué íbamos a inaugurar en dos años y medio". La indirecta es clara: Milei, para él, improvisa. "La Argentina necesita un plan. ¿Cómo exportar más? ¿Qué obras hacer? No lo veo".
El cuadernito de las quejas (y el fantasma de 2027)
En sus recorridas, lleva un cuadernito con anotaciones vecinales: "Basura en Villa Luro", "plazas descuidadas en Devoto", "menos policía". No son metáforas: son su munición. "Así goberné: escuchando", insiste. Aunque admite que la Legislatura tendrá "otros ritmos" 'él, que trabajaba "de 6 a 21"', promete batallar allí. Como si, en el fondo, ya midiera fuerzas para una pulseada mayor.
La pregunta que no hizo falta formular
Al final, queda flotando lo no dicho: ¿Volverá Macri a cruzarlo en algún asado? Larreta se encoge: 'Mis amigos son los del colegio y los de Racing'. Y María Eugenia Vidal, ¿no? 'Con ella como Milagros [su esposa] comemos arroz y no hablamos de política'. Una línea clara: la amistad sobrevive, el PRO no.
¿Volverá como jefe de Gobierno en 2027? No lo dice, pero cada crítica al PRO suena a candidatura embrionaria. Mientras, enfrenta el riesgo de fracturar el voto opositor y allanarle el camino a Santoro. "Si la ciudad está bien, no hay especulaciones que valgan", responde, pero su apuesta es otra: capitalizar el malestar de quienes añoran "la ciudad que brillaba".
Fuente: Ejes de comunicación