Macri reunió a su tropa y se abroquela para defender a los gobernadores de Pro
La cúpula partidaria analizó el escenario de 2025, la negociación por obras y partidas, y el veto al aumento de fondos para las universidades
Después de correrse de la escena pública durante varias semanas por un viaje al exterior, Mauricio Macri, jefe de Pro, intenta recuperar centralidad en días complejos para el gobierno de Javier Milei, por la disputa con los gremios del transporte y las universidades.
Frente al desconcierto que genera en las filas de su partido el inestable vínculo con Milei, el expresidente volvió anteayer a reunir a la mesa de conducción de su fuerza.
Oscila entre ratificar su apoyo al "cambio" y la agenda transformista del Presidente, y amenazar con endurecer sus posiciones frente a la Casa Rosada, sobre todo, en la discusión por el presupuesto 2025.
Es que Macri intenta resolver el dilema que lo atormenta desde el 10 de diciembre: cómo pararse frente al gobierno libertario. Por un lado, necesita fortalecer a Pro, evitar que se licue su identidad y contener a los referentes de su espacio que se sienten maltratados por el oficialismo.
Y por otro apunta a cuidar a su electorado, que fue seducido por Milei. De hecho, ayer defendió al jefe del Estado después de que se conoció que la pobreza creció al 52,9% en el primer semestre del año. Atribuyó el resultado a las consecuencias de "la catastrófica política económica" de la última gestión del kirchnerismo, respaldó el rumbo de Milei y afirmó que recién en las próximas mediciones se podrá "juzgar el éxito o fracaso de esta administración".
"Acompañamos, pero no hacemos seguidismo. Ya no hay una alineación automática con el Gobierno", advierte uno de los referentes del macrismo que asistieron a la cumbre de la cúpula de Pro.
La idea de las autoridades del macrismo es abroquelarse para darles cobertura a los pedidos de sus gobernadores vinculados a obras, deudas o recursos y coordinar el accionar de las bancadas en Diputados y el Senado. Ayer, Luis Juez y Cristian Ritondo se pusieron al frente de un encuentro con la meta de comenzar a sincronizar movimientos y evitar ruidos en el debate por el presupuesto.
El problema de fondo en las negociaciones entre Pro y La Libertad Avanza para trenzar un acuerdo orgánico es la confianza.
Pese a que el Presidente o el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, activaron reuniones con sus socios para coordinar la estrategia parlamentaria, no logran contentar al macrismo por varios motivos.
En primer lugar, los altos mandos de Pro se quejan de que el Gobierno no les abre las puertas para aunar esfuerzos ni priorizó a sus gobernadores a la hora de elaborar la "ley de leyes". Se quejan de que la coparticipación adeudada a la Ciudad no se incluyó como transferencia automática del Tesoro Nacional ?se colocó una partida en los giros discrecionales?, y que el reparto de fondos para la obra pública beneficiaría más a mandatarios peronistas que "ponen palos en la rueda" en el Congreso.
Al cónclave con el jefe de Pro concurrieron Jorge Macri; los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut); los diputados Ritondo, Diego Santilli y María Eugenia Vidal, y los intendentes Soledad Martínez y Guillermo Montenegro, entre otros.
A lo largo de la charla, los jefes del macrismo repasaron el armado nacional con vistas a las legislativas de 2025. Aún es una incógnita si Pro y LLA llegarán a un acuerdo para converger en un frente electoral.
A su vez, las espadas macristas en el Congreso les transmitieron a interlocutores del Gobierno que Milei no contaría con los votos para blindar el eventual veto total a la ley de financiamiento universitario.
Es decir, calculan que el oficialismo tendrá dificultades para garantizar un tercio a favor.
Fuente: La Nación
