Massa sorprendió con un triunfo e irá a un ballottage con Milei
Una fuerte movilización peronista le dio la victoria al ministro con una ventaja de 6,7 puntos; el libertario se estancó y Bullrich quedó tercera, lejos; para el oficialismo, fue clave la remontada bonaerense; ganó en 13 provincias Massa
Les ganó a sus rivales electorales, a la crisis económica que le toca gestionar y a los escándalos que explotaron a su alrededor. Sergio Massa emergió anoche como el gran triunfador en la primera vuelta presidencial y se enfrentará a Javier Milei en el ballottage que consagrará el 19 de noviembre el próximo gobierno de la Argentina. Patricia Bullrich se hundió en un lejano tercer lugar.
La campaña del miedo y de reparto de fondos que ejecutó quirúrgicamente el oficialismo contuvo el huracán libertario. Massa quedó primero con 36,7% y Milei sobrevivió en la carrera con el 30%, un punto y medio menos que su cosecha en las PASO. Juntos por el Cambio, con 23,8%, culminó su largo viaje autodestructivo del favoritismo al derrumbe.
El peronismo experimenta la euforia de una resurrección, amplificada por la sorpresa. Axel Kicillof retuvo con un impactante 44,9% la gobernación de Buenos Aires, el bastión kirchnerista desde el que se edificó el suceso nacional de Massa.
Los barones del conurbano blindaron sus dominios sin noticias del caso Chocolate y de las travesías impúdicas de Martín Insaurralde.
"A partir del 10 de diciembre vamos a abrir una nueva etapa institucional en la política argentina. Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional", anunció Massa, pasadas las 23.
El búnker de Chacarita era una postal de caras sonrientes que no se veía en el peronismo desde 2019. Al ministro de Economía le espera un desafío mayúsculo en la resaca del triunfo: cuál será la reacción de los mercados a estos comicios celebrados en la pausa de una corrida cambiaria y de un proceso de espiralización inflacionaria.
"Sé que muchos de los que nos votaron son los que peor la están pasando. Sepan que no les voy a fallar", prometió, como un eco de nostalgia menemista. Subió solo al escenario, con los ojos vidriosos. Prometió institucionalidad y respeto del disenso.
Profesional y estratégico, no cometió el desliz de mencionar a Cristina Kirchner ni a Alberto Fernández.
La movilización peronista se había revelado arrolladora. Recuperó 8 de las provincias en las que había perdido en agosto. En Buenos Aires, Massa se impuso por 16 puntos de ventaja. Milei retuvo 10 distritos de los 16 que había capturado en agosto.
Juntos por el Cambio se encoge hasta su embrión original, la Capital, único refugio donde ganó Bullrich.
Jorge Macri tendrá en principio que ir a una segunda vuelta contra Leandro Santoro (Unión por la Patria).
Se quedó en la orilla, con 49,6%.
Si hay o no ballottage dependerá de las necesidades de Massa. Ante una elección porteña en apariencia perdida, ¿no le convendrá desmovilizar al macrismo en noviembre y restarle incentivos para una alianza con Milei? Preguntas para las horas que vienen.
Fuente: La Nación