Milei rechazó las críticas a su discurso en Davos y apuntó contra Jorge Macri
El Presidente denunció una campaña de las "élites globales y locales" para difamarlo y advirtió: "No se pongan en nuestro camino". Culpó a periodistas y al jefe de gobierno, quien había afirmado que era "tremendamente injusto" equiparar a homosexuales con pedófilos
Tres días después de su enérgico discurso en el Foro Económico Mundial, en Davos, donde volvió a elevar sus críticas contra la "ideología woke", las identidades de género y la diversidad sexual, y en el que trazó un paralelismo entre la homosexualidad y la pedofilia, el presidente Javier Milei rechazó ayer los cues- tionamientos recibidos. Lo hizo a su manera: por un lado, afirmó que las "élites globales y locales" lo acusaron de decir cosas que no dijo, sin precisarlas; por el otro, señaló que el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, y algunos periodistas "montaron una campaña de indignación" para obtener un rédito político.
Aunque en un extenso posteo de la red social X el Presidente insistió en el credo libertario del "respecto irrestricto al proyecto de vida del prójimo", no dio un paso atrás: culminó su mensaje prometiendo que va a "seguir acelerando" ante cada curva y advirtió: "No se pongan en nuestro camino".
A tono con esa prédica, desde la Casa Rosada afirmaron a la nación que el mensaje presidencial de ningún modo constituyó una marcha atrás ni una autocrítica ante lo dicho en Davos. "No nos vamos a bajar de esta pelea", ratificó una fuente calificada. "Solo estamos ordenando la conversación", agregó.
El mismo día en que Milei pronunció su discurso en Suiza, el Gobierno anunció la baja de retenciones para los granos y su eliminación para las economías regionales. Cuando algunas voces señalaban que la noticia -largamente esperada en el campo- podía fungir para quitarles impacto a los duros conceptos vertidos por Milei, el mismo Gobierno redobló la apuesta y comunicó que estaba preparando un proyecto de ley para eliminar el femicidio, los cupos trans y los documentos no binarios.
En esa línea, el tuit presidencial de ayer pareció buscar controlar los daños que generaron las acusaciones lanzadas en Davos, más que suavizarlas.
"Hace unos días [...] les dijimos en la cara a las élites globales que la ideología que hace décadas pretenden imponerle al mundo nos está condenando al fracaso", arrancó Milei su mensaje, para señalar que detrás de "buenas intenciones y discursos bien pensantes" se esconde la "expansión infinita del Estado".
"La respuesta que tuvimos de las élites globales y locales fue tildar a Elon Musk de nazi (falacia ad ho- minem) y acusarnos de decir cosas que no dijimos (falacia del hombre de la paja)", acusó el Presidente, pese a que las críticas a Musk habían sido previas a su discurso. Allí fue cuando apuntó contra los periodistas Ernesto Tenembaum y Alejandro Borensztein y el diario Clarín, y contra el jefe de gobierno porteño. "Todos se montaron a una campaña de indignación frente a supuestas cosas que nunca dijimos, con el solo fin de hacer daño y anotarse un poroto político en la pequeña disputa electoral argentina".
En Davos, Milei afirmó: "Fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años". Luego agregó que "están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones" y remató: "Créanme que los escandalosos experimentos que hoy se realizan en nombre de esta ideología criminal serán condenados y comparados con aquellos ocurridos durante las épocas más oscuras de nuestra historia".
Más temprano, en diálogo con Radio Mitre, Jorge Macri tomó distancia del discurso de Milei: "De que hay que defender a los niños no tengo dudas, pero agarrar un caso y transformarlo es tremendamente injusto. Me gustaría ver un Presidente que abogue más la unidad de la Argentina que por seguir instalando nuevas divisiones".
"La ciudad se caracteriza por tener una amplia diversidad que forma parte de su patrimonio. Aunque el kirchnerismo trate de hacerla como propia, es mentira y es algo que nadie nos va a arrebatar. Es algo identitario, no lo van a romper, voy a defenderlo", agregó el jefe de gobierno. "La ciudad de Buenos Aires va a seguir siendo un lugar en donde el prime el respeto", insistió.
Para rematar, en la misma entrevista advirtió que para Pro no es "imprescindible" hacer una alianza con La Libertad Avanza (LLA) de cara a las elecciones y volvió a defender una eventual candidatura del expresidente Mauricio Macri para las elecciones legislativas de este año.
"No nos conmueven sus actos de falsa indignación. No nos van a hacer sentir culpables de algo que no somos. No somos nosotros los que tienen que andar encubriendo actos de abuso. Ni tampoco nos van a torcer la mano con sus campañas de difamación. No le funcionó a [Sergio] Massa en la campaña, no les va a funcionar a ustedes tampoco. No importa que hayan traído al mismo estratega para ensuciarnos", escribió más tarde Milei, en alusión al consultor Antoni Gutiérrez-Rubi, que trabajó para Massa y, como contó la nación, ahora asesora a Pro.
Ante este dardo directo, en la Ciudad marcaron distancias. "El nivel de amenaza que maneja el Presidente nos genera preocupación", indicaron a la nación, pero prefirieron no subir el tono de la discusión.
Fuente: La Nación