Revelan que 10 valijas traídas en el avión de un empresario ligado al Gobierno entraron al país sin control
Una investigación de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) detectó irregularidades en los controles al equipaje de un avión en el que viajaba la dirigente conservadora de la CPAC Laura Belén Arrieta, que habría ingresado a la Argentina con 10 valijas que no pasaron los controles.
Un informe de TN reveló imágenes de la pesquisa que muestran a Arrieta y a dos colaboradores bajando más valijas de las que se informaron originalmente. La primera denuncia la había realizado el periodista Carlos Pagni que sembró dudas sobre si se escanearon las mentadas valijas y sobre la escala que realizó la mujer en Buenos Aires -estuvo una semana y luego siguió viaje a París- y disparó un pedido de informes de la Coalición Cívica-ARI.
De hecho, uno de los primeros en reaccionar frente a la escandalosa revelación fue el diputado Maximiliano Ferraro que, en un posteo de X, sentenció que "las valijas del poder" demostraron que "Adorni y el Gobierno mintieron" ya que el mismo incluye la declaración del vocero en el que fundamentaba que todo se hizo "siguiendo todos los protocolos".
El "lilito" recordó que el 11 de marzo presentó 4 pedidos de acceso a la información pública a Migraciones, Aduana, PSA y ANAC, pero el Ejecutivo los rechazó "por incompetencia y/o reserva de la información". "Al parecer han ocultado la información con el solo fin de tapar el escándalo. Me reconforta que la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) avance en la investigación del caso de la valijera Laura Belén Arrieta, una persona con vínculos políticos y comerciales directos con el Gobierno", indicó el diputado.
El vuelo en cuestión arribó el 26 de febrero de este año cuando un jet privado de la empresa Royal Class, de Leonardo Scatturice-nuevo dueño de Flybondi y enlace de Javier Milei con Trump y CPAC- llegó al país. En la aeronave se trasladaba Arrieta, gerente de operaciones corporativas de OCP TECH y dos tripulantes: José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo Pinto. Este último fue piloto del avión presidencial ARG-01 e incluso llegó a transportar a Alberto Fernández cuando ocupaba la primera magistratura. Días después Arrieta se fotografió con el presidente Javier Milei en un encuentro de la CPAC en Buenos Aires.
La firma OCP TECH, propietaria del Bombardier en cuestión, hizo su descargo en un comunicado y aseguró que se cumplieron "los controles correspondientes" en el país y desmintió que se hayan ingresado 10 valijas. "Es importante aclarar que el avión transportaba cuatro valijas y cuatro maletas de cabina, además de otros dos paquetes de dimensiones menores. Como es habitual, cada uno de los participantes del vuelo tenía una valija y un equipaje de mano".
Tras las denuncias periodísticas, el Gobierno cerró filas en torno a que no hubo ninguna irregularidad en el ingreso y en lo declarado por Arrieta. Incluso se explicó que, como se trataba de una "pasajera en tránsito", podía dejar valijas dentro del avión y que sólo puso a disposición del escáner un bolso tipo "carry on".
Pero las imágenes que logró recabar la PIA en una investigación preliminar, y las declaraciones de funcionarios jerárquicos que intervinieron, desmentirían esta estrategia gubernamental.
Así, la fiscalía elaboró un dictamen de 60 páginas, al que también tuvo acceso Clarín, en el que enumeró varias irregularidades, donde también adjuntó las capturas de pantalla que demuestran que el avión llevaba 10 valijas, pero solo se declararon cinco. El contenido de ese informe fue revelado por TN en el programa "¿Y mañana qué?"
Fuente: Clarín