Tras asumir, Werthein activó una auditoría en Cancillería por gastos y alineamiento ideológico
El funcionario juró sobre la Torá; serán revisadas las renuncias de la plana mayor del ministerio
El presidente Javier Milei le tomó juramento a Gerardo Werthein como canciller en el Salón Blanco de la Casa Rosada, tras lo cual el flamante integrante del Gabinete avanzó con la evaluación de los cargos de mayor jerarquía de la Cancillería y pidió las renuncias que evaluará en los próximos días. En paralelo, se viene una "auditoría" del personal de carrera y el paso de la motosierra en los gastos de las embajadas.
En línea con el motivo por el que fue echada su antecesora, Diana Mondino, el eje de la política exterior que implementará Werthein será el alineamiento con Estados Unidos y con Israel. Con esa columna vertebral, y bajo la condición de seguir "las ideas de libertad", prometió "por Dios y por la Patria, sobre la Torá, desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo". En la ceremonia estuvieron presentes la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el asesor Santiago Caputo: el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y varios ministros como el de Economía, Luis Caputo; también asistió el titular de la Side, Sergio Neiffert.
Entre los invitados a la jura se destacaron Zulema Menem, y los empresarios Marcelo Mindlin y Martín Migoya.
"Hemos salido del formato tradicional y convencional y el juramento se hizo sobre la Torá. Te están mandando señales las Fuerzas del Cielo. Éxitos y bendiciones", le dijo Milei a su nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto que hasta ahora se desempeñaba como embajador en Estados Unidos.
Ese puesto se definirá tras conocerse el resultado de las urnas donde los estadounidenses elegirán hoy entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris. El resultado será clave para la Argentina que busca apoyo del país con mayor poder político en el FMI para ampliar la deuda tomada en 2018. Si gana Trump, una de las tareas de Werthein será preparar el séptimo viaje de Milei a los Estados Unidos para participar el 20 de enero de la asunción.
En Casa Rosada deslizan que si gana Harris y lo invita, también.
Por lo pronto y en los próximos días, Werthein definirá si acepta o no las renuncias solicitadas horas antes de asumir que incluyen desde el vicecanciller, Eduardo Bustamante, pasan por el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo (sobre el cual no se esperan cambios por su buena relación con el triángulo de hierro de Milei) y llegan a todo el resto de los secretarios y subsecretarios de la cartera.
Es parte de la tarea encomendada por Milei que tendrá su despliegue general sobre la Cancillería a través de una auditoría en la que la nueva gestión buscará "identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad" entre los diplomáticos de carrera.
El tercer objetivo pasa por la reducción de los gastos de las embajadas.
La motosierra que pasará por las representaciones de Argentina en el extranjero apunta a disminuir el presupuesto que destina el Estado para los sueldos de los embajadores (algunos alcanzan los USD20.000), el achicamiento del personal que pueden contratar, como los choferes, entre otros ítems.
Las embajadas de países con los que Argentina no tenga una prioridad comercial y/o estratégica serán simplificadas a Agencias Nacionales. Se trataría de una reforma del sistema diplomático que Milei pondría en marcha por decreto. Apuntaría también a los extras en concepto de viáticos que tiene el personal diplomático.
Fuente: BAE
