Tres de cada 10 trabajadores son pobres, según estimó la UCA

El Observatorio de la Deuda Social estimó además que la pobreza llegó este año a un 43,1%; la indigencia bajó al 8,1% por la multiplicación de programas sociales en los hogares

Pobreza estructural, caída en el nivel de ingresos, estancamiento en la creación de empleo formal y expansión del segmento precario. 
A esto se agrega: crecimiento en el número de trabajadores que, aun en actividad, no llegan a cubrir necesidades básicas; hogares de sectores medios que caen en la pobreza y niveles récord de malestar psicológico. 
Son algunas de las conclusiones de la última encuesta de la Deuda Social Argentina realizada por la Universidad Católica Argentina (EDSA-UCA), que describe las penurias de gran parte de la población. 
"Ya estamos en la tercera generación de pobreza estructural por falta de un modelo de inclusión a través del trabajo", dice el sociólogo Agustín Salvia, investigador principal del Conicet y director del Observatorio Social de la UCA, a cargo del informe. 
Del muestreo, hecho a partir de encuestas en 5760 hogares de 19 aglomerados urbanos del país, surge que unos 18 millones de personas viven en situación de pobreza en el país. 
Se trata del 43,1% del país, según el dato correspondiente al tercer trimestre de 2022, lo que implica un alza de 0,7 puntos porcentuales frente a igual período de 2021 (42,4%). Si bien se ubica por debajo del registro de 2020 (44,7%), el valor se encuentra por encima de la marca de 2019 (39,8%) y de la de 2015 (28,2%). 
Al mismo tiempo el estudio reveló una baja en la indigencia; cayó del 9% en el tercer trimestre de 2021 al 8,1% en igual período de este año. 
Se trata del menor valor desde 2019 (8,1%) aunque casi duplica el registro de una década atrás (era del 4,2% en 2011, según la serie elaborada por este centro de investigación). 
?Hay una caída de la indigencia y un pequeño aumento de la pobreza. 
Y más allá de cómo baje o suba el ciclo económico, vemos que la pobreza estructural es la que crece?, explicó Salvia, al analizar la tendencia de largo plazo de la Argentina y explicitar la correlación entre el nulo crecimiento económico y el deterioro en las variables socioeconómicas. 
"Cuatro de cada diez argentinos viven en la pobreza y uno de cada 10 en indigencia y, detrás de eso, hay un mercado de trabajo muy segmentado y con altos niveles de exclusión, que hace imposible un modelo sustentable", plantea Salvia, Según los datos de ODSA-UCA, tres de cada 10 hogares en la Argentina viven con tres o más carencias, de acuerdo con sus mediciones de pobreza multidimensional. 
Uno de cada 10, por caso, presentan "inseguridad alimentaria severa" (9,4%), no tienen acceso a agua corriente (9,9%) o tienen déficit e su servicio sanitario (9%). Dos hogares de cada 10, a su vez, viven en presencia de basurales. 
"El país ha fracasado en garantizar un proceso de inclusión social sostenible a partir de la generación y distribución de la riqueza, con una sociedad cada vez más desigual, más fragmentada y pobres crónicos a través del tiempo. Si bien hay ascensos y descensos, los primeros duran poco y derivan en crisis por los desequilibrios financieros y económicos a que se apela para generar equilibrios sociales", advierte Salvia. 
Una radiografía preocupante En el país, según sus datos, cuatro de cada 10 hogares (40,4%) reciben alguna transferencia por parte del Estado, en lo que representa una tendencia creciente en la década: en 2010 llegaban al 24,4% de los hogares. 
Al mismo tiempo destaca que la expansión del gasto social fue un factor determinante para evitar un deterioro mayor de las variables sociales, especialmente en la indigencia que sería del 19,6% de no existir programas como la AUH o las pensiones no contributivas. 
 

Fuente: La Nación