"Vamos a terminar cerrando todos": hogares para personas con discapacidad al borde del colapso por falta de apoyo estatal

Adriana Salomone, gerente general de DINAD, alerta sobre la crítica situación de los hogares que asisten a personas con discapacidad intelectual. Con costos que duplican los ingresos y un gobierno que fija tarifas insuficientes, el cierre de estas instituciones dejaría a miles sin hogar y a trabajadores en la calle

Adriana Salomone, gerente general de DINAD, una asociación sin fines de lucro ubicada en Caballito que trabaja con personas con discapacidad intelectual, no duda en calificar la situación actual como "crítica". "Los costos superan los ingresos y no podemos regularlos nosotros. El valor que se puede facturar como prestador lo elige el gobierno, lo decide el gobierno", explica. DINAD gestiona una escuela y dos hogares donde asisten a 99 personas. "Si tuviéramos que cerrar, en la escuela quizás tendrían donde educarse, pero en los hogares ni siquiera tendrían donde vivir", agrega.

El problema no es solo de DINAD. "Nos estamos nucleando todos los hogares de la República Argentina, y están a cual peor. Cuando cerremos, no es que se va a desdinar y conseguís vacante en otro lado. Vamos a terminar cerrando todos", advierte Salomone. En total, son alrededor de 180 hogares categorizados que albergan a entre 9.000 y 9.500 personas en todo el país. "Estamos hablando de personas que viven en nuestros hogares las 24 horas, los 7 días de la semana", destaca.

El gobierno fija un valor único para la prestación de servicios. "En este momento, para sostener una persona en un hogar con todas las prestaciones, el valor es de 1.940.000??,peroel??costooperativoesde1.940.000??,peroel??costooperativoesde2.700.000", detalla Salomone. Y los aumentos en los aranceles han sido insuficientes: "Nos dieron un 1%, un 0,8% y un 0,5%, cuando las paritarias acordaron aumentos del 5% en cuatro tramos".

Frente a esta situación, muchas instituciones han tenido que recurrir a créditos. "Los que son privados han sacado créditos para poder pagar los aguinaldos. Los que somos sin fines de lucro, los bancos no nos dan financiación. Nos estamos endeudando con las cargas sociales, pero hay un tope para los planes de financiación. Estamos al límite", explica Salomone.

"Si cerramos, no solo las personas con discapacidad se quedarán sin hogar, sino que también los empleados, los técnicos, los médicos y los psicólogos perderán su trabajo", señala. Además, muchas de las personas asistidas no tienen familia o están judicializadas. "Esas personas no tienen a dónde ir. Si cerramos, quedarán a merced de los juzgados", afirma.

"Esperemos que esto se revierta, que nos permitan, aunque sea con algo, poder pagar los aguinaldos y seguir funcionando. Si no, vamos a cerrar, y cada uno volverá a su casa, y los que no tengan a dónde ir, quedarán a merced de los juzgados", concluye Salomone.

La situación de los hogares para personas con discapacidad en Argentina es desesperante. Con 9.000 personas en riesgo de quedar desamparadas, es urgente que las autoridades escuchen estos reclamos y actúen. La desprotección de los más vulnerables no puede ser una opción.

Fuente: Ejes de comunicación