Insólito asueto en Salta: los chicos perderán una semana de clases

El Gobierno de Salta tomó la insólita decisión de mover el Día del Maestro, que es este domingo 11, para el lunes, dando asueto a los docentes

A los días perdidos de clases por la pandemia, y poco después del feriado decretado por Nación luego del atentado contra Cristina Kirchner, el Gobierno de Salta tomó la insólita decisión de mover el Día del Maestro, que es este domingo 11, para el lunes, dando asueto a los docentes. De esta forma, los chicos de todos los niveles educativos de Salta no irán a la escuela por una semana. 
Es que a este inédito asueto se le suman tres días sin clase por el triduo por la Virgen del Milagro, que se celebra en esa región. Y además, en las escuelas del interior de la provincia, el viernes 16 se contemplará a los docentes que se hayan movilizado por la fiesta religiosa y tampoco dictarán clases. 
En conclusión, la semana del 12 al 16 de este mes, Salta no tendrá clases. 
Según la cartera educativa, la decisión fue "tomada en virtud de antecedentes que se dieron a lo largo de los años". Aseguran que los propios gremios docentes fueron los que pidieron no trabajar el lunes. 
Por ahora, Salta es la única provincia que tomó esta decisión. Ante la consulta de Clarín, desde el Ministerio de Educación de la Nación aseguraron que "no está proyectado" pasar el Día del Maestro, que cae domingo, al lunes 12. 
Este mes, otro día sin clases tendrán los estudiantes salteños, al igual que en el resto del país, cuando el miércoles 21 de septiembre se festeje el Día del Estudiante. 
La fiesta del Señor y la Virgen del Milagro es una de las manifestaciones de fe más importantes del país. 
Con más de tres siglos de tradición, cada año congrega a una multitud en la ciudad de Salta, y está a la altura de la peregrinación a Luján y la festividad de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. 
En la última edición antes de la pandemia, en 2019, reunió a más de 800.000 personas en las calles de la capital salteña. 
Para muchos salteños, la celebración comienza al menos dos semanas antes, cuando grupos parten desde distintos pueblos norteños, recorriendo cerros y quebradas, para sumarse finalmente a la peregrinación, que tiene su punto culminante en la misa central. 
La fiesta se remonta a 1692, cuando se produjeron los terremotos que destruyeron la ciudad de Esteco, centro geográfico y comercial de la región en ese tiempo. En aquel momento el sacerdote jesuita José Carrión dijo que si se sacaba la imagen de Cristo - llevada un siglo antes y que estaba arrumbada en la iglesia matriz-, los temblores cesarían. 
Según la creencia cristiana, la imagen fue colocada en las escalinatas del templo y los terremotos acabaron, el pueblo estalló de júbilo y gratitud y comenzó una devoción que, más de tres siglos después, se mantiene.  
 

Fuente: Clarín