Pullaro será el próximo gobernador de Santa Fe y el PJ resignó otra provincia
Lewandowski no logró remontar y el peronismo de Perotti quedó golpeado. Oposición también ganó en legisladores.
No hubo sorpresa ni remontada heroica en Santa Fe. El clima de cosa juzgada que se había impregnado tras las PASO de julio se ratificó en las elecciones generales y así el radical Maximiliano Pullaro, del frente Unidos para Cambiar Santa Fe, será el próximo gobernador de la provincia al alcanzar el 58,5% de los votos.
La derrota del oficialismo de Omar Perotti es un nuevo golpe para el PJ en el desdoblado calendario electoral de las provincias. Tras retornar al poder en 2019 luego de doce años de dominio del Frente Progresista, no logró retener uno de los principales distritos del país; y se suma a la entrega de las llaves a Juntos por el Cambio de otros dominios, como San Juan, San Luis y Chubut. O la última derrota en Santa Cruz en manos de un sindicalista que puso fin a la hegemonía del kirchnerismo en sus pagos de origen.
Al bunker del ganador desplegado en Rosario en el Centro de Convenciones Puerto Norte, aterrizaron tanto de Patricia Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta, en una muestra de unidad de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones nacionales de octubre.
Vale recordar que en las PASO mientras el porteño avaló a Pullaro, finalmente ganador, Bullrich apostó por Carolina Losada. La senadora también se hizo presente en Puerto Norte al igual que Gerardo Morales y Martín Lousteau, cabeza de la corriente Evolución del radicalismo, donde se referencia Pullaro.
Un intento, también, de nacionalizar el triunfo, si bien la experiencia reciente mostró que no hay linealidad: Larreta levantó la mano de Pullaro en julio y en la provincia fue el cuarto candidato presidencial. En ese orden, Javier Milei pintó de violeta Santa Fe en las primarias, y en esta contienda provincial no bendijo postulantes a gobernador. Sí cubrió la candidatura a diputada provincial de Amalia Granata, que finalizaba tercera.
Esa categoría, justamente, era una de las grandes intrigas de la elección y también la ganó Unidos para Cambiar Santa Fe, clave para la futura gobernabilidad. También revirtió la histórica mayoría del PJ en el Senado.
?Confiamos en nuestro programa de gobierno, en este frente de 15 partidos. Soy un hombre de trabajo. Santa Fe se tiene que alinear al cambio que tiene que venir también en el orden nacional. Estamos ante importantes desafíos que tenemos enfrente?, expresó Pullaro cerca de las 22, cuando ya estaban casi el 100% de las mesas escrutadas.
?Tomamos el compromiso de esforzarnos, a gobernar bien la provincia de Santa Fe. No la estamos pasando bien, los vecinos las están pasando mal. Hoy cuesta alegrarse en un momento donde los santafesinos están sufriendo. Vamos a trabajar hasta que los problemas se empiecen a resolver?, agregó.
Pullaro, acompañado por Gisela Scaglia como vice, contabilizaba un 58,4%, contra un 30,8% del senador nacional Marcelo Lewandowski, del peronismo aglutinado en el frente Juntos Avancemos.
Carla Deiana (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) cosechó un 4,3% y Edelvino Bodoira (Viva la Libertad), un 6,5%. Fueron los cuatro candidatos que llegaron a la general de los 13 que participaron de las PASO.
Se utilizó el sistema de boleta única impresa y participó un 70% del padrón de unos 2,8 millones de electores, un 8% del padrón nacional.
Aciertos El primer pleno opositor se había dado con la misma conformación del frente, que dinamitaba en escenario de tercios que había imperado en la provincia desde 2011 con la aparición del cómico Miguel del Sel en las luces electorales.
Las voluntades se dividieron en tercios móviles desde entonces: el Frente Progresista (comandado por el socialismo), el PJ y el PRO, que para 2019 mutó a Juntos por el Cambio. Con la unidad entre la UCR, el PRO y el Partido Socialista (será un desafío congeniar miradas al momento de gestionar) se abroquelaron dos de esos tercios con una sumatoria casi lineal que se había reflejado en las PASO, cuando Unidos para Cambiar Santa Fe ha bía logrado un 63% contra 28% del peronismo, resultados casi idénticos a los de las generales.
El segundo le llegó de regalo: los errores no forzados en la vereda de enfrente, con el doble desgaste del PJ como Gobierno nacional y provincial. En el primer caso, pagó caro la marcha errática de la Casa Rosada. En el segundo, la gestión de Perotti -quien no podía ser reelecto porque la Constitución provincial permite un solo periodo- no logró destrabar uno de los ejes de su campaña 2019: bajar la violencia en Rosario, ligada al accionar de grupos narcos. Tampoco logró el mandatario erigirse en líder de los distintos sectores del PJ que lo catapultaron a la gobernación, al tiempo que zigzagueó en su vínculo con Nación, con intentos de crear un peronismo autónomo.
Ayer Perotti arriesgó el capital que le quedaba con su candidatura a diputado provincial, y no logró la victoria.
Pullaro, quien fue ministro de Seguridad del socialista Miguel Lifschitz hasta 2019, construyó su discurso de campaña en esa área: prometió más policías en las calles, reforzar la vigilancia de los presos narco incluso con la construcción de cárceles especiales y trabajar en el territorio.
En tanto Lewandowski -llevó como vice a Silvina Frana (ministra de Infraestructura de Perotti)- cumplió parte del objetivo: a sabiendas de que la remontada era imposible, buscó achicar la diferencia para quedar posicionado dentro del peronismo local, o al menos captar los votos de sus rivales de interna. Alcanzó el objetivo de mínima.
Fuente: Ámbito Financiero