Se agravan los incendios en Corrientes y el fuego se devora a los Esteros del Iberá
El parque nacional fue alcanzado por las llamas. Unos 200 brigadistas intentan frenarlas. Sigue la sequía y la situación climática podría empeorar aún más.
Los Esteros del Iberá, el humedal más importante del país, son devorados por varios incendios que lejos están de ser controlados por más de 200 brigadistas que trabajan desde hace semanas con apoyo de aviones hidrantes enviados por Nación y el Gobierno de Corrientes. Las llamas arrasan a diario cientos de hectáreas y dejan a su paso todo reducido a cenizas y un tendal de animales muertos.
El Portal Carambola, en el extremo Norte de los Esteros y el Portal San Nicolás, cerca de la localidad correntina de San Miguel, arden sin que bomberos voluntarios y brigadistas puedan hacer mucho. Es que la prolongada sequía convirtió a los pastizales en una especie de polvorín.
Clarín pudo presenciar en el lugar cómo las llamas avanzan a una velocidad asombrosa. Cubren bañados y esteros donde hasta no hace mucho tiempo había agua. Hoy sólo queda una tierra agrietada y un hollín que todo lo cubre.
Ni siquiera los guardaparques pueden estimar cuántas hectáreas ya se perdieron. El Portal Cambyretá, que empezó a quemarse el 16 de enero, vio desaparecer 7.000 de sus 25.000 hectáreas en las que vivían miles de carpinchos, ciervos, yacarés y aves, que emigraron en busca de los pastizales que aún no fueron alcanzados por los incendios. Sobre el Portal San Nicolás, dicen que están bajo evaluación, al igual que Carambola.
En el acceso al Portal San Nicolás, un ñandú macho con siete charabones hurgaba entre las cenizas en busca de alimento. A su alrededor, el paisaje sólo exhibía la destrucción total de una planicie que hasta hace poco tiempo derrochaba vida con el canto de los pájaros y el silencioso nado de los carpinchos y los yacarés. Muchos no pudieron escapar del fuego.
Fuente: Clarín